Ayer dejé la casa en la que he pasado el último año.

A veces las despedidas son difíciles y es que cada despedida es como una pequeña muerte.

Los finales forman parte de nuestra vida y al mismo tiempo los negamos.

En nuestra sociedad hay determinados temas que son tabú, uno de ellos es la muerte.

Llegas a un lugar te quedas un tiempo y no sabes cómo una parte de ti ya forma parte de ese escenario, es como si siempre hubieras estado allí.

Paseo por Reggio Emilia y reconozco las calles, me llaman por teléfono y reconozco el acento.

En cada lugar en el que he estado, una parte de mi se ha quedado, al mismo tiempo, una parte del lugar viene conmigo. Por ello, cada espacio, cada persona con la que comparto, me hace más rica.

Quizás este sea un buen momento para valorar los aprendizajes de un año. El año en el que decidí trabajar por cuenta propia sin dependencia geográfica.

– Deja espacio, la magia siempre ocurre.

Mando un email porque quería ir a Brasil y la persona me responde hablándome de un retiro de silencio de 21 días.

– Será perfecto para ti, me adelanta.

Y allí me encuentro, desplazándome miles de kilómetros a una zona rural del nordeste de Brasil para pasar tres semanas en silencio y semiayuno. 21 días conmigo misma, sin más distracción que encontrarme.

– Siempre encontrarás personas que resuenen contigo.

Porque este año algo que puedo decir es que, he encontrado personas maravillosas con las que he podido compartir miles de momentos mágicos.
El otro día llaman a la puerta:

– Hemos comprado unos bastones para limpiar las orejas, la oferta era para 4 así es que habíamos pensado en compartirlos.

– Comparte lo que sepas, aprende de los demás.

Porque cuando escuchas te das cuenta de todo lo que la otra persona tiene para decir. Pero, al mismo tiempo, cuando compartes creces junto con la otra persona.

-Menos objetos es igual a más tiempo de vida.

Por el tiempo que pierdes comprando, el espacio que ocupan y la toma de decisiones diarias. Tener una vida minimalista simplifica y te acerca a la felicidad.

– Márcate retos.

Nuevos aprendizajes, nuevas experiencias. Aprender a tocar la guitarra o el curso online sobre la abundancia de Sergio Fernandez (muy recomendando).

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Justo cuando estaba escribiendo este post ha llegado a mi la noticia de la muerte de Scott Dismore. Le seguía en su blog desde hace tiempo. Una persona de esas que inspiran, te recomiendo su charla en Ted.

Realmente no sabemos lo que va a durar nuestra vida. Por eso, siento que es nuestra obligación y responsabilidad absoluta vivir de la mejor manera que podamos. ¿Qué significa eso en mi caso? amar lo que hago, sea lo que sea y aportar valor a otras personas.

Así el último punto y quizás el más importante es:

– Agradecer.

Agradezco por haber tenido la posibilidad de recibir las inspiraciones de Scott. Agradezco por cada minuto pasado en el hogar de Reggio Emilia.

Esa casa ha sido testigo de: cenas, lecturas de aura, comidas, meditaciones, yoga, kriyas, canciones, limpiezas, bailes, masajes, escritura, lectura, amor, confesiones, mercadito de salida, inauguración de llegada… porque estos son los detalles de la vida que dan sentido a nuestro día a día. Gracias.

“Para tener lucidez de vida es preciso tener conciencia de muerte” Sergio Fernandez

No vamos a estar aqui para siempre. Celebremos cada momento, celebremos la vida.