Hecho la vista atrás y me doy cuenta de que en todas las grandes decisiones de mi vida siempre ha estado el miedo presente.
Hace un año en un grupo en el que estaba nos preguntaron si había algún patrón que se repetía en nuestra vida. Algunas personas hablaron de un tipo de persona que se acercaba a ellas, de encontrarse en trabajos de un cierto tipo, de tener un cierto tipo de jefe o de pareja. Yo me quedé pensando, algo así no era aplicable a mí y de repente vi la luz.
Sí que hay un patrón que se repite en mi vida, las posibilidades.
Guión
Elegir es renunciar
Hace mucho tiempo que cuando tengo que tomar una decisión difícil aparece otra opción sobre la mesa, de forma casi mágica en la mayor parte de los casos. Las posibilidades siempre son excluyentes lo que hace que sea imprescindible elegir y renunciar.
- Cuando me iba a ir a Joao Pessoa (Brasil) a estudiar en 2008, una de las profesoras de la carrera me ofreció una beca de colaboración para trabajar con ella en un programa sobre género y educación.
- Poco antes de irme a la capital de Bangladesh me ofrecieron trabajo en un centro juvenil cerca de mi casa.
- Cuando pedí la Working Holliday Visa para irme un año a Nueva Zelanda tenía trabajo en Valencia, un trabajo que me gustaba.
Tengo muchos ejemplos más como estos. En mi vida es común encontrarme con una decisión en la que tengo que elegir entre dos propuestas atractivas.
Al mismo tiempo que he encontrado el patrón me doy cuenta de que he encontrado mi regla a la hora de elegir las respuestas, a la hora de tomar las decisiones. Elijo siempre la opción que me das más miedo.
Con miedo no me refiero al miedo visceral de supervivencia, no te animo a poner en riesgo tu vida física poniéndote delante de un tren o haciendo otro tipo de imprudencias. Sino al miedo como sentimiento en el estómago cuando tienes una idea que es algo nuevo, algo que puede parecer un poco arriesgado a nivel racional porque “no sabes si estás preparada” o “si es el momento” o te planteas “qué pensará la gente”, “y si no es una buena idea” pero al mismo hay una parte de ti a nivel profundo que lo desea y no atiende a razones.
Elegir el miedo
Entre irme al nordeste de Brasil a estudiar o quedarme colaborando en la universidad, la decisión fue irme a Brasil, entre irme a Dhaca o quedarme trabajando en un centro juvenil por supuesto la decisión fue irme a Bangladesh.
Este patrón se repite no sólo cuando tengo dos opciones también cuando me han surgido posibilidades que podía rechazar.
- Cuando me ofrecieron coordinar un viaje a Indonesia el año pasado, acompañando a 7 personas durante 21 días, sin un itinerario cerrado y decidiendo las cosas por consenso, sentí miedo y llegaron algunas dudas: yo nunca he estado en Indonesia ¿estoy preparada? se me da muy bien viajar sola pero coordinar un grupo de personas que no se conocen entre sí es algo diferente.
- Cuando tuve la oportunidad de irme a hacer el retiro de 21 días de silencio, soledad y ayuno a Brasil tuve dudas. ¿de verdad lo necesito? ¿no podré encontrar algo así más cerca? ¿cómo voy a pasar tres semanas sola en una cabaña en mitad de la nada? ¿estoy preparada?
Echando la vista atrás me doy cuenta de que el grado de miedo está íntimamente relacionado con el aprendizaje que conlleva. Siempre que he sentido miedo y en cierto sentido, me he permitido seguirlo, ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Así esta decisión de seguir el miedo es algo que aun me acompaña en otros aspectos de mi vida.
Miedo en el tener y en el hacer
Si tengo dudas sobre qué hacer con un objeto en mi casa elijo la opción que me da más miedo. Si por ejemplo dudo en relación a un libro, simplemente lo dejo ir. Con los libros que realmente se quedan no tengo dudas sino certezas.
Si tengo dudas sobre si llevar a cabo una cierta actividad, por supuesto elijo desde el miedo.
Cuando llegan a ti distintas posibilidades de cosas para hacer, de decisiones para tomar, elegir la que da miedo está relacionado con salir con la zona de confort o la zona de conformismo.
Pasos a seguir
1 Observa las opciones
¿Qué opciones tienes? visualizate en cada una de ellas.
2 ¿Qué dice tu corazón?
Escribe todas las razones tanto a nivel racional, como a nivel instintivo o de corazón. ¿Qué dice tu corazón?
3. ¿Qué te da miedo?
¿A qué tienes miedo? a lo que digan los demás, a no ser suficiente, a que no sea al momento… Las razones del miedo nos dan muchas pistas sobre nuestras inseguridades.
4. Imagina el peor escenario
¿Qué es lo peor que podría pasar? Imagina el peor escenario y desde ahí toma la decisión.
Decía Mark Twain que algunas de las peores cosas de su vida no habían llegado a sucederle porque eran simplemente pensamientos.
5. Toma la decisión
Así, el miedo es simplemente esa brújula que indica hacía donde caminar, qué camino elegir.
El miedo no es tu enemigo, es la brújula que te orienta hacia las áreas que necesitas desarrollar… Steve Pavlina.
El miedo no es algo que eliminar, es algo que seguir.
“La persona valienta no es aquella que no siente miedo, sino la que conquista ese miedo” Nelson Mandela
Me ha dado mucho que pensar lo de optar por la opción que más temas. Me recuerda a lo que hizo shonda rhimes diciendo sí a todo durante un año, especialmente a lo que la aterraba. Genial entrada.
Gracias por compartir voy a buscar información sobre lo de Shonda, en mi caso no tengo claro si diría que sí a todo durante un periodo de tiempo, ya que creo firmemente en el poder del no, al mismo tiempo me parece interesante como experimento.
Me encanta este enfoque que le das a las elecciones.
En mi caso más que miedo es locura… quiero decir ¿qué suena a absoluta locura? Locura en el sentido de algo que no es “normal” que suena “arriesgado” que no es lo que haría una “persona normal”.
No me lo tengo que pensar mucho, en realidad me llaman las locuras (por falta de una palabra mejor). Mi pensamiento es más ¿por qué no? y los noes normalmente van de la mano de la zona de confort y de lo conocido, van de la mano del pasado. El futuro está delante y está lleno de locuras y de miedos por conquistar.
Gracias por este artículo, me ha hecho sentirme aún más cerca de ti si cabe.
Un abrazo… Lou
Ps. pronto te contacto con algo de lo que te hablé hace unas semanas, ahí de nuevo podemos poner las dos nuestra locura y nuestro miedo como guía.
Me gusta el concepto de locura, al mismo tiempo en mi diccionario personal locura es algo que me lleva lejos, lo relaciono con aventura y muchas veces, lo que da más miedo, es quizás hacer algo que me deja cerca, como un compromiso.
Hace unos años tuve la opción de irme a trabajar a El Salvador con la agencia de cooperación española y en ese caso, decidí quedarme y rechazar la oferta. Desde fuera quedarse parecía más “zona de confort” y menos “locura”, en mi caso era al revés.
Sí, nuestro presente nos presenta distintas opciones para que decidamos desde el amor o desde el miedo, y decidir desde el amor, muchas veces significa seguir ese miedo, esa locura, como sensación en el estómago.
Gracias por compartir Lou, quedo a la espera de saber más de esa propuesta loca 🙂
Un abrazo
Lucía que geniales estas historias de encrucijada que nos cuentas, al parecer cuando tenías estos grandiosos viajes que te sacaban de tu zona de confort, mágicamente aparecían eventos que le decían a tu ego que siguiera en su mismo sitio sin permitir tu desarrollo personal, y que valiente eres al elegir siempre el miedo, tal vez porque no le temes a los cambios ni a quedarte con menos, porque precisamente enfocas tu vida hacia la simpleza.
Este es el segundo post que leo el día de hpy sobre miedos, tal vez la vida me está dando luces para despojarme de aquellas cosas a las que todavía le sigo otorgando miedo a cambio de nada,.
Muchas gracias por esta gran historia de vida.
¡Un abrazo!
Muchísimas gracias a ti Eliana, como tú bien sabes las “casualidades” nos marcan el camino y las situaciones que se repiten también, así es que si en tu caso son dos post sobre el mismo tema, como bien dices quiere decir que hay algún mensaje. Enhorabuena por verlo al momento, lo cierto es que sólo mirando con perspectiva he podido sacar el patrón tanto en cuanto a las encrucijadas como en cuanto a la resolución.
Un abrazo y seguimos 🙂
Gracias Lu!
Siento que el miedo no tiene por que estar asociado a la huida sino que muchas veces está asociado al amor. Cuando hablas de elegir la opción que más miedo nos da es porque seguramente sea la que más nos haga crecer y a su vez la más incierta;) y cómo el amor es la incerteza pura (por lo menos yo lo siento así) ya que no hay garantías, una únicamente puede amar (que es como yo vivo el desarrollo).
Llevo este año focalizándome en las áreas donde he huido..y curiosamente he llegado a la conclusión que he huido del amor! jeje. ¿Será que es lo que más miedo nos da?
Un fuerte abrazo. Nos encanta que compartas.
Bea*
Me ha encantado leer tu reflexión Bea.
Puede que sí, siento que en esta vida estamos para aprender a Amar y es al mismo tiempo lo que más buscamos y lo que más miedo nos puede dar.
“Nuestro miedo más profundo
es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad,
lo que nos asusta.”
Buen camino siguiendo tus miedos asociados al amor 🙂
Maravillosa entrada y muy en sincronía con lo que estoy viviendo. Hice el curso de Organiza tus finanzas, y al terminarlo se nos presentó la oportunidad de alquilar un sitio maravilloso pero que requiere un compromiso mucho mayor… Hemos seguido al amor, aunque en algún momento da vértigo… Ese seguir al amor es un voto a la confianza, un voto a la vida, un voto a la abundancia… da miedo, pero justamente es el tipo de vida que deseamos vivir!
Gracias y abrazo
La maternidad.He retrasado el embarazo por miedo y ahora sin buscarlo, cuando ya me hacía a la idea de quedarme en la zona de confort me he quedado embarazada. Al principio sentí miedo muy grande, a medida que avanzan los meses de embarazo siento que tengo que vivir esta experiencia y por algo será.El miedo va desapareciendo…
A veces lo que queremos no es lo que necesitamos. Me alegro mucho de que hayas atravesado el miedo y ahora estés al otro lado Aceptando 🙂 Enhorabuena por tu futura maternidad <3
Desde hoy cero miedo ?. Gracias lu
Hola Lucía! Muchas gracias por tus palabras, justamente ahora estoy en medio de una situación en donde cualquier elección me da miedo y es que ahora me doy cuenta que es así como hasta ahora fui tomando mis decisiones, es decir salía corriendo de lo que me da miedo y me quedaba con lo más “facil” jajajaja, la diferencia es que ahora soy consiente de esto y pienso en que tengo que ser valiente, pero cómo ser valiente si nunca lo he sido, me refugio en tus palabras y en el minimalismo para darme ánimos, pensar en que en realidad sólo nos agarramos de una falsa seguridad me ayuda a sentir menos miedo y mirar aunque sea de reojo esa opción que tanto me asusta.
Bonita noche Lucía y nuevamente gracias!
Gracias por compartir esto, llega a mi vida en un momento clave. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Muchas gracias Lucía por tu post, interesante y sincero. Te quería consultar un tema de toma de decisiones por vía e-mail si estás de acuerdo. ¿Me podrías decir como contactarte de manera privada?