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Decir que no

decir que no

Tim Ferriss en uno de sus últimos libros confesaba que aunque más de 130 personas le habían dicho que sí a participar respondiendo a unas preguntas, también había habido otro grupo que había rechazado su propuesta.

En relación a esto, en vez de tomárselo como un fracaso decidió aprender de ello y hacer un análisis de los modos en los que le habían dicho que no, llegando a incluir en el libro algunos de los textos que le habían enviado.

En mi vida decir que no siempre ha sido complicado, tiendo a contagiarme de las emociones ajenas y si alguien llega muy emocionado con su propuesta puede haber en mí un automatismo a decir que sí para después preguntarme ¿Por qué he dicho que sí? Esto es el síndrome del sí fácil.

Algo que también me solía ocurrir es que aunque tenía claro que quería decir que no, no sabía cómo hacerlo y muchas veces o no lo hacía o lo hacía de forma brusca provocando una situación incómoda con mi interlocutor.

Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que hace tiempo que no me pasa algo así y creo que de alguna forma es porque he integrado estas claves para poder decir que no de una forma empática y sobre todo que me hace sentir bien después de manifestar aquello que siento.

Igualmente también te digo que necesito recurrir a ellas a diario para recordarme que cada no es un sí a algo que estoy priorizando.

Confío en que disfrutes de este vídeo y sobre todo confío en que puedas decir que no para poner la energía en aquello que es importante porque como dice mi madre: “no puedes estar al caldo y a las tajadas“.

Cómo decir que no

La gente piensa que enfocarse significa decir sí a aquello en lo que te enfocas, pero no es así. Significa decir no a otras cientos de ideas buenas que hay.

Steve Jobs

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