La navidad se acerca y como tradición importada se ha extendido como la pólvora el Black Friday, una ocasión para comprar cosas materiales con un gran descuento.
Hace semanas que se habla, que se ve, que se respira.
Lo que está claro es que es una invitación a la compra compulsiva alentada por dos ingredientes principales:
- Grandes descuentos
- Sensación de escasez, ya que suele ser por un límite de horas o de tiempo
Guión
Vídeo sobre la revolución minimalista del Black Friday
Además aquí te explicaba cómo funciona el sistema de neuromarketing que nos lleva a comprar cosas que no necesitamos. Hoy quiero ir un paso más allá, quiero proponerte una alternativa.
Sabemos que nuestras compras son emocionales y que para evitar que tomemos decisiones conscientes las empresas usan los descuentos y el sentimiento de escasez, tanto en cantidad como en límite de tiempo.
Así para asegurarnos de que no acabamos comprando cosas que no necesitamos el antídoto es fácil.
Claves para un Black Friday minimalista
1- Haz una lista de cuáles son tus prioridades
Identifica qué es una prioridad para ti en tu vida ahora en relación a personas, objetos, actividades…
2- Lleva un control de gastos
Yo recomiendo llevarlo anual pero si no puedes al menos llévalo durante estos días previos.
Esto te dará mucha verdad de lo que realmente estás gastando y en qué para identificar cómo quieres invertir la energía del dinero.
(Más sobre esto en el reto Finanzas Claras)
3- Cambia objetos por amor
Probablemente en tu primera lista hayan salido personas que te importan. Así es que la invitación es a aprovechar estos días (especialmente) para enviar mensajes de aprecio a esas personas hablándoles sobre por qué son importantes para ti, qué te aportan…
Esto será beneficioso para ti y para la persona que recibe el mensaje porque la compra impulsiva se alimenta de una sensación de vacío y el aprecio aderezado con amor, es uno de los mejores antídotos para reconocernos personas completas.
(Esto lo puedes hacer de forma presencial o en la distancia y por supuesto se extiende más allá de estos días)
4- Escribe
La compra impulsiva es animada por el cerebro reptiliano, si somos capaces de activar las otras áreas a través de la escritura podremos encontrar una respuesta coherente.
Escribe antes de comprar nada, escribe en un papel los pros y los contras.
Te dejo algunas preguntas que te pueden servir:
- ¿Lo comprarías igualmente aunque no tuviera descuento?
- ¿De verdad lo necesitas?
- ¿De verdad te inspira felicidad?
- ¿De verdad te aporta valor?
5- Sonríe
Recuerda que no eres lo que tienes, no eres lo que haces, eres lo que eres. 😉